Iglesia fortaleza, de notable tamaño, construida en piedra durante el siglo XVI con restauraciones de época posterior. Consta de una nave dividida en seis tramos y cabecera polígona. Se cubren con bóveda de cañón apuntado sobre fajones los cinco primeros tramos de la nave y con bóveda de crucería estrellada el resto (último tramo de la nave y posterior).

Se accede por el lado de la epístola con puerta de arco de medio punto abocinada. Le precede un pórtico sobre pilares cubierto por la bóveda de crucería estrellada sobre el que se alza el campanario.

En el interior, el retablo mayor (siglos XVI-XVIII) fue atribuido al escultor de Segura Diego de Mayora. Consta de banco, cinco calles de dos pisos y ático, con alternancia de relieves en el banco y calles exteriores con las imágenes de bulto en la calle central y las que la flanquean. En el banco se sitúan escenas de la pasión (Santo Entierro y Última Cena) acompañadas por los cuatro evangelistas. En el piso primero aparece el Arcángel como titular, acompañado por los apóstoles Pedro y Pablo más dos pasajes de la Leyenda del Monte Gargano. En el piso siguiente el centro es ocupado por la Virgen de la Asunción a la que acompañan una pareja de santos más la Anunciación y la Natividad de María. En el ático se encuentra el Calvario flanqueado por dos santos obispos.

 

San Miguel derrota al demonio.

San Miguel es príncipe de la milicia celestial y protector de la Iglesia.

Texto en vasco, escrito en el techo de la sacristía

Vía Crucis, de gran belleza, realizado en madera de roble policromada. Conmemora el camino de Jesús hacia la crucifixión y su muerte. Son 14 estaciones, cada una recordando un episodio específico de la Pasión de Cristo, desde su condena hasta su sepultura. 

Órgano Dourte, en la iglesia San Miguel. Nuestro órgano de la iglesia fue fabricado por la «Fábrica de Órganos Dourte» de Bilbao,

¿Conoces la leyenda del toro del Monte Gargano?

La leyenda cuenta que un rico terrateniente llamado Garganus buscaba a su mejor toro extraviado y lo encontró en la entrada de una cueva inaccesible en la cima del monte. Viendo que era imposible sacar al toro rebelde Garganus sacó su arco y su flecha para matarlo, disparó y la flecha se volvió a él de manera milagrosa.  Después de este suceso y más apariciones del arcángel San Miguel, se construyó un santuario en ese lugar, y es un importante centro de peregrinación.